Según el Dr. Hernán Aldana Marcos, decano de la Facultades de Ciencias Exactas y de Ciencias de la Salud de la Universidad de Belgrano el cerebro va madurando desde atrás hacia delante. Junto con el cambio del cerebro también ocurren los cambios en el cuerpo. Una de las regiones que más rápido madura y crece es la amígdala, otra es el Núcleo Accumbens.
Las testosteronas y progesteronas son las que las ayudan a crecer. Esas regiones nuevas son controladas por el lóbulo frontal. La corteza prefrontal es la sede de la autoconciencia y es la que más tarda en madurar, razón por la cual durante la adolescencia comienzan el desarrollo de la propia identidad. Además, el sistema límbico implica a las emociones con más fuerza, lo que empuja al adolescente a la búsqueda de nuevas experiencias.
La adolescencia es una etapa marcada por el neurodesarrollo y por las experiencias personales. Se siguen perfeccionando las capacidades cognitivas hasta aproximadamente, los 20 años, y los circuitos cerebrales encargados de la toma de de decisiones se vuelve más complejos, mejorando las habilidades en este área.
También se pule la capacidad de razonamiento y se mejoran las habilidades lingüísticas. Para el adolescente se hace más interesante e importante hablar y compartir su tiempo con sus pares, osea con sus amigos adolescentes. El proceso de toma de decisiones se vuelven más complejos, mejorando las habilidades en este área. También se pule la capacidad de razonamiento y se mejoran las habilidades lingüísticas.
Durante la infancia, el crecimiento del cerebro es más bien equilibrado, pero hay un punto en que además de ganar materia gris comienzan a desarrollarse conexiones neuronales a gran velocidad. A partir de los 10 años, en niñas, y 11 años, en niños, las conexiones existentes en el cerebro humano empiezan un proceso en que se desechan las no utilizadas y, aquellas que quedan se vuelven eficientes e integradas.
¿Qué cambios se producen en el cerebro durante la adolescencia?
En la amígdala cerebral se centra la parte más social del cerebro. En ella surgen gran parte de las emociones mientras que en la corteza prefrontral existen estructuras que se encargan de manejar estas emociones. Una de las cosas que les ocurre a los adolescentes es que tienen mucho más maduras las partes que generan las emociones, como la amígdala, que las partes que las partes que las controlan. Esto es la razón por la que los adolescentes ocasionalmente se comportan de manera impulsiva, irracional o peligrosa.
Da la impresión de que ellos no piensan bien las cosas ni las consecuencias de sus acciones y en esto son diferentes a los adultos. Básicamente se diferencian de los adultos en la manera como se comportan, resuelven problemas y toman decisiones . Esto atiende a razones biológicas especialmente en sus cerebros. Estudios muestran que los cerebros de los adolescentes funcionan de manera diferente a los de los adultos cuando toman decisiones y resuelven problemas . Sus acciones son guiadas más por la amígdala y menos por la corteza frontal. Investigaciones también han demostrado que la exposición a drogas y alcohol antes del nacimiento, trauma a la cabeza u otros tipos de lesiones cerebrales pueden interferir con el desarrollo normal del cerebro durante la adolescencia.
Núcleo Accumbens Es una pequeña región en el centro del cerebro vinculada a la habilidad de experimentar placer y recompensa. El núcleo accumbens juega un papel fundamental en la generación de adicciones.
El abuso de drogas o sustancias hace que se libere una cantidad desorbitada de dopamina en el núcleo accumbens, haciéndonos sentir placer. Por consiguiente, somos capaces de hacer una asociación entre la sustancia y sentirnos bien, por lo que tenderemos a seguir consumiendo.
En el núcleo accumbens se localizan muchas de las características del placer que llevan a la ejecución repetida de actos como son los sistemas de recompensa, la risa pero también el miedo, la agresión y la adicción. Desde este zona salen numerosas vías nerviosas hasta diferentes centros nerviosos y también le llegan numerosas vías nerviosas que tienen mucho que ver con las adicciones. En este núcleo es el responsable de que los adolescentes no puedan librarse de las adicciones a la música, videojuegos, sexo, drogas, comidas y otras conductas riesgosas.
El centro accumbens también es llamado el centro de placer. Los adolescentes buscan constantemente emociones placenteras y vivir la vida al máximo. La música a todo volumen, comer lo que les gusta y experimentar cosas nuevas a cada momento.
El lóbulo frontal
El lóbulo frontal es considerado el director y regulador de las actividades del sistema nervioso. Las facultades mentales que dependen del lóbulo frontal son la capacidad para controlar los impulsos instintivos, la toma de decisiones, la planificación y anticipación del futuro, el control atencional, la capacidad para realizar varias tareas a la vez, la organización temporal de la conducta, responsabilidad hacia si mismo y los demás o la capacidad empática.
En los adolescentes, la inmadurez del lóbulo frontal les hace más vulnerables a fallos en el proceso cognitivo de planificación y formulación de estrategias, que requiere de una memoria de trabajo que no está completamente desarrollada en la adolescencia (Swanson, 1999). Los estudios muestran que el cerebro de los adolescentes no se desarrolla de forma homogénea, sino que las partes posteriores se desarrollan antes que las frontales, es decir que el cerebro va madurando desde atrás hacia adelante.
¿Qué cambios se producen en el cerebro durante la adolescencia?
En la amígdala cerebral se centra la parte más social del cerebro. En ella surgen gran parte de las emociones mientras que en la corteza prefrontral existen estructuras que se encargan de manejar estas emociones. Una de las cosas que les ocurre a los adolescentes es que tienen mucho más maduras las partes que generan las emociones, como la amígdala, que las partes que las partes que las controlan. Esto es la razón por la que los adolescentes ocasionalmente se comportan de manera impulsiva, irracional o peligrosa.
Da la impresión de que ellos no piensan bien las cosas ni las consecuencias de sus acciones y en esto son diferentes a los adultos. Básicamente se diferencian de los adultos en la manera como se comportan, resuelven problemas y toman decisiones . Esto atiende a razones biológicas especialmente en sus cerebros. Estudios muestran que los cerebros de los adolescentes funcionan de manera diferente a los de los adultos cuando toman decisiones y resuelven problemas . Sus acciones son guiadas más por la amígdala y menos por la corteza frontal. Investigaciones también han demostrado que la exposición a drogas y alcohol antes del nacimiento, trauma a la cabeza u otros tipos de lesiones cerebrales pueden interferir con el desarrollo normal del cerebro durante la adolescencia.
Núcleo Accumbens Es una pequeña región en el centro del cerebro vinculada a la habilidad de experimentar placer y recompensa. El núcleo accumbens juega un papel fundamental en la generación de adicciones.
El abuso de drogas o sustancias hace que se libere una cantidad desorbitada de dopamina en el núcleo accumbens, haciéndonos sentir placer. Por consiguiente, somos capaces de hacer una asociación entre la sustancia y sentirnos bien, por lo que tenderemos a seguir consumiendo.
En el núcleo accumbens se localizan muchas de las características del placer que llevan a la ejecución repetida de actos como son los sistemas de recompensa, la risa pero también el miedo, la agresión y la adicción. Desde este zona salen numerosas vías nerviosas hasta diferentes centros nerviosos y también le llegan numerosas vías nerviosas que tienen mucho que ver con las adicciones. En este núcleo es el responsable de que los adolescentes no puedan librarse de las adicciones a la música, videojuegos, sexo, drogas, comidas y otras conductas riesgosas.
El centro accumbens también es llamado el centro de placer. Los adolescentes buscan constantemente emociones placenteras y vivir la vida al máximo. La música a todo volumen, comer lo que les gusta y experimentar cosas nuevas a cada momento.
El lóbulo frontal
El lóbulo frontal es considerado el director y regulador de las actividades del sistema nervioso. Las facultades mentales que dependen del lóbulo frontal son la capacidad para controlar los impulsos instintivos, la toma de decisiones, la planificación y anticipación del futuro, el control atencional, la capacidad para realizar varias tareas a la vez, la organización temporal de la conducta, responsabilidad hacia si mismo y los demás o la capacidad empática.
En los adolescentes, la inmadurez del lóbulo frontal les hace más vulnerables a fallos en el proceso cognitivo de planificación y formulación de estrategias, que requiere de una memoria de trabajo que no está completamente desarrollada en la adolescencia (Swanson, 1999). Los estudios muestran que el cerebro de los adolescentes no se desarrolla de forma homogénea, sino que las partes posteriores se desarrollan antes que las frontales, es decir que el cerebro va madurando desde atrás hacia adelante.
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